Esta
entrada está enfocada a la poesía para la infancia con la obra Las cuatro canciones, un poemario escrito por Estrella Ortiz e ilustrado por Carmen
Queralt.
La
autora, María Estrella Ortiz Arroyo, además de escritora también es narradora y
actriz. Nació en Guadalajara en el año 1959.
Comenzó
siendo narradora en el Seminario de Literatura Infantil y Juvenil de
Guadalajara y de la Biblioteca Pública del Estado en Guadalajara. Creó
junto con Eva Ortiz y Blanca Calvo el Maratón de los Cuentos de Guadalajara,
que se hizo eco a nivel mundial.
Continuó
su carrera como narradora con la publicación Contar con los cuentos, enfocado a
aquellas personas que buscan ser narradores.
La
ilustradora, Carmen Queralt Arribas, nació en Madrid en 1952. Comenzó su
carrera como ilustradora en los años 90 y desde entonces es una de las
ilustradoras más importantes en España, concretamente en el ámbito de la
ilustración infantil.
Pasando
al poemario, Las cuatro estaciones es un libro poético ilustrado, ya que
las ilustraciones están presentes en todas las páginas, ocupando prácticamente
páginas completas, algo que facilita la comprensión de lo que se está leyendo.
Además, está dentro del apartado poesía para leer.
El tema
del libro son las estaciones, de modo que encontramos cuatro poemas diferentes,
cada uno dedicado a una estación diferente: verano, otoño, invierno y
primavera.
Estos
poemas que componen el libro son poemas narrativos que también contienen
elementos descriptivos, y que a su vez provocan que el lector desarrolle su ingenio
y creatividad, al ser animales y árboles los que mantienen el diálogo.
Si nos fijamos en los versos, los poemas están compuestos tanto por versos de arte menor (hasta 8 sílabas) como de arte mayor (mayores de 8 silabas), a la vez que encontramos tanto versos con rima asonante (coinciden las vocales) y como con rima consonante (coinciden las vocales y las consonantes), aunque también hay algunos versos libres que no tienen rima.
No
soy un lector habitual de poesía, ya que este género no es de mis favoritos,
por lo que actualmente no podría asociar esta obra a ninguna otra. Pero
personalmente, es una obra que considero muy adecuada para lectores infantiles,
ya que describe y expone las estaciones al lector, por lo que además es una
poemario didáctico que puede servir como herramienta de trabajo y aprendizaje.
Por
otro lado, también destacaría las ilustraciones, algo en lo que siempre me fijo
en cualquier libro y que considero que aportan y dan mucho valor, y en este
caso es así. Además, atraen la atención del lector e incentiva a que quiera
seguir leyendo.
También
he de añadir que es un poemario muy sencillo a la hora de leer, de fácil
comprensión.
Por
lo tanto, es una obra que recomiendo encarecidamente a cualquier lector de
poesía infantil.
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