Roald Dahl es un famoso escritor británico que nació en 1916 en Cardiff y murió en 1990 en Oxford. Escribió muchos relatos que a día de hoy son muy conocidos, como por ejemplo Charlie y la fábrica de chocolate o Matilda. Este autor escribió un libro que leí de pequeño y era de mis favoritos a pesar de que no es muy conocido: Charlie y el gran ascensor de cristal.
En la obra Cuentos en verso para niños perversos, que se publica en 1982 y posteriormente se traduce al castellano y se elaboran varias ediciones, Roald Dahl reescribe en verso seis cuentos clásicos: La Cenicienta, Juan y la habichuela mágica, Blancanieves y los siete enanos, Rizos de Oro y los tres osos, Caperucita Roja y el lobo y Los tres cerditos. Considero que la traducción de esta obra al castellano está muy bien conseguida ya que la rima de los versos se conserva muy bien.
En esta obra, Roald Dahl reescribe
los cuentos clásicos mencionados anteriormente cambiando parte de ellos,
alterando alguna de las partes de los diferentes cuentos y afectando al final
de estos. Personalmente me han gustado bastante los seis cuentos.
El cuento que he elegido
para elaborar la reseña es el de Caperucita Roja y el lobo. Lo he
elegido porque el final me ha llamado bastante la atención y creo que sería
interesante presentar este cuento a los niños. Además, el cuento de Caperucita
Roja y el lobo me trae muy buenos recuerdos de mi infancia cuando en las
noches frías me sentaba al calor del radiador a leer un libro que contenía
varias historias, con esta entre ellas.
Roald Dahl ha cambiado el
final de esta historia y me ha parecido un buen final, diferente al final
clásico. Considero que sería interesante que niños con una determinada edad
conocieran este cuento y debatir con ellos acerca del final. Puede que sea un
final un poco belicoso, pero es la razón por la que se lo contaría, para
después comentarles que estas acciones son las que no tenemos que llevar a cabo
en la vida real, como es matar animales y disparar armas. Estoy seguro de que
habrá profesores que no llevarían este cuento al aula porque les puede parecer
agresivo, pero yo pienso que ignorar algo es lo que realmente a los niños los
puede animar a realizar cualquier tipo de actos. Sin embargo, si tú a los niños
les presentas una situación como puede ser la de Caperucita matando al lobo y
les dices que esto es algo que jamás se debe hacer, ellos integrarán esa idea; sin
embargo, si ellos ignoran esto y algún día ven a alguien disparando, se les
puede pasar por la cabeza hacerlo porque nadie les ha dicho si eso está bien o
no.
Esta obra la relacionaría
concretamente con un libro que leí hace ya bastantes años y ahora mismo tengo
entre mis manos, algo que me trae mucha nostalgia: El fantasma de
Canterville y otros relatos, escrito por Oscar Wilde, un maestro del género
de la narrativa que, a mi modo de ver, publicó relatos excelentes que guardo en
mi mente con mucho afecto. Este libro, junto con el de Charlie y la fábrica de
chocolate, significaron para mí la transición de los cuentos clásicos
infantiles a los cuentos no tan infantiles.
También relaciono esta
obra con los cuentos clásicos que me contaba día tras día mi madre antes de
dormir, como eran Blancanieves y los siete enanitos, Caperucita roja y el lobo
y los tres cerditos, entre otros. Cada vez que escucho el título de alguno de
estos relatos, se me vienen a la mente las imágenes de mi madre contándome
estas historias.
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